Learn the Infinite

Las escuelas son el enemigo número uno del aprendizaje. 

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24/24/2022
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Muchos creemos que la educación y el aprendizaje son sinónimos, pero la educación es lo que las escuelas buscan darle a los estudiantes y el aprendizaje es el proceso de adquirir nuevos conocimientos, experiencias y habilidades. De hecho, la palabra formación viene de dar forma. Las escuelas nacieron con este propósito de darle forma a la sociedad, no con el propósito de fomentar en las personas la pasión por el aprendizaje. La educación es un proceso en el que las personas tenemos un rol pasivo. “Las escuelas nos educan.” El aprendizaje pro el contrario es un proceso en el que desarrollamos nuestro potencial infinito por medio de un rol activo.

A todos los humanos nos encanta aprender, pero la mayoría odiamos estudiar. El problema es que independientemente de si un curso sucede en persona o en línea, la gran mayoría de ellos son aburridos, poco aplicables y poco estimulantes para los sentidos. Y las escuelas tradicionales, son los principales responsables de este problema. Por un lado, porque las escuelas no son expertas en aprendizaje, son expertas en administrar la educación, o sea, en vender cursos, hacer horarios, contratar maestros y administrar calificaciones. Y por otro lado, porque delegan a los profesores la responsabilidad de desarrollar el contenido y de lograr que los estudiantes aprendan.

El problema es que, especialmente en educación superior, esto es una receta para la mediocridad. Las certificaciones académicas que tienen la mayoría de las instituciones, recomiendan que por lo menos el 75% de los profesores de una escuela sean profesores de planta. O sea, que tengan un trabajo de tiempo completo en la escuela. La realidad es que los salarios que las escuelas pueden ofrecer a sus profesores de planta no son los suficientemente buenos para atraer talento de clase mundial, y al estar encerrados en las paredes institucionales, estos profesores tienen muy poca experiencia en el mundo real, por lo tanto, preparan a los estudiantes para ese mundo desde una perspectiva es muy limitada.

Por otro lado, el 25% de los profesores que no son de planta, se acercan a dar clase porque quieren identificar talento fresco o porque piensan que al comprometerse a dar clase se fuerzan a mantenerse actualizados. Y aunque la experiencia profesional de estos profesores es mayor, de igual forma la capacidad de pago de las escuelas es muy limitada y, por lo tanto, el compromiso de los profesores para preparar el contenido de clase es bastante limitado. Todo esto da como resultado que los cursos que las escuelas y las academias ofrecen sean poco aplicables, ya que son creados por académicos y/o muy aburridos, porque los profesores, en el mejor de los casos, le invierten 2 a 3 horas de preparación a cada hora de clase.

La pregunta que nos hicimos cuando iniciamos el proyecto de Infinite Institute es ¿Cómo podríamos lograr que el aprendizaje sea tan entretenido como una serie de Netflix, tan aplicable como una receta de cocina y tan estimulante a los sentidos como el arte? Lo primero que nos dimos cuenta es que la preparación de cada hora de contenido necesita ser mucho mayor a 3 horas. ¿Cuánto tiempo dedica un director de cine a la creación de dos horas de contenido cuando produce una película? Si una película tarda un año en producirse, el promedio tiempo de preparación por cada hora de contenido es de 3000 horas. Esto es imposible de replicar en el aprendizaje, pero si podemos elevar muchísimo la calidad del contenido si invertimos más de las 3 horas promedio del mundo académico.

En Infinite Institute, nos dimos cuenta de que para crear cursos que sean tan entretenidos y educativos como una serie documental, necesitamos realizar una investigación exhaustiva del tema, luego escribir el copy del curso siguiendo una estructura persuasiva, para posteriormente realizar el diseño de las gráficas y diagramas, la edición y musicalización de los videos. En promedio nos dimos cuenta de que para hacer del aprendizaje una experiencia entretenida necesitamos dedicarle por lo menos 100 horas de trabajo a cada hora de contenido. Y esto es algo que bajo una estructura académica tradicional simplemente no sería posible.

Para nosotros cada curso es un producto que necesita educar, entretener, inspirar y empoderar a nuestros Infinite Learners. Y nos hemos dado cuenta de que podemos ser exitosos en este proceso porque somos un grupo de estrategas, mercadólogos, diseñadores y consultores con más de 20 años de experiencia, educando profesionales y trabajando con compañías a nivel global. Entendemos los retos que enfrentan, y las variables que limitan el tiempo y disposición que tienen para aprender. Esta es la razón de existir de Infinite Institute, ser la escuela de negocios que genera en las personas el hambre de aprender, de la misma forma que Netflix detona el deseo de consumir contenido de entretenimiento.