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El dilema de Disney.

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17/17/2023
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Mantenerse relevante en medio de un gran cambio cultural
En medio de una sociedad en constante cambio y transformación cultural, empresas emblemáticas como Disney se encuentran en un dilema complicado. La necesidad de mantenerse relevante en un mundo diverso y en constante evolución choca con la realidad de no alienar a su audiencia tradicional. Disney, con su historia de narración y entretenimiento, se ve enfrentada a un reto que trasciende sus películas y parques temáticos. En este artículo, exploraremos la problemática que enfrenta Disney, ejemplos de cómo esta situación se manifiesta y cómo la empresa busca soluciones en un panorama cada vez más polarizado.

Balance entre Tradición y Cambio
El corazón del dilema de Disney radica en su necesidad de equilibrar los valores e intereses de dos audiencias muy distintas: la tradicional y la progresista. Por un lado, si la empresa no aborda los cambios culturales, corre el riesgo de volverse irrelevante a medida que la sociedad avanza hacia la inclusividad y la diversidad. Por otro lado, no puede darse el lujo de alienar a su base de seguidores conservadores que aún representan una parte significativa de sus ingresos.

Un problema histórico.
Margunn Serigstad, profesora de comunicación y cultura global en la Universidad de Kristiansand, destaca cómo Disney ha reflejado históricamente los valores culturales dominantes. Ejemplos notorios incluyen la representación de racismo y misoginia en películas más antiguas, como la masculinidad tóxica de Gastón en “La Bella y la Bestia” o los estereotipos racistas en “El Libro de la Selva”. Además, personajes como Ariel de “La Sirenita” han sido criticados por promover inseguridades femeninas y la búsqueda de aprobación masculina.

Abrazando la Inclusividad y la Comunicación.
Disney ha respondido a esta problemática tomando medidas concretas. La empresa ha añadido comentarios introductorios a sus películas antiguas, contextualizando los sesgos históricos y fomentando la reflexión crítica en el espectador. También ha adaptado su lenguaje en los parques temáticos, enfocándose en la inclusividad y la diversidad. Antes decían “Bienvenidos damas y caballeros, niños y niñas”, ahora dicen “Bienvenidos soñadores de todas las edades”. Sin embargo, estas acciones no han estado exentas de controversia.

Disney es una empresa que opera en Florida y recluta talento muy diverso. Recientemente, nació un conflicto entre la empresa y el Gobernador conservador Ron DeSantis, quien promovió una ley que prohíbe a las escuelas enseñar sobre temas relacionados con la identidad de género y orientación sexual. Debido a presiones internas y externas, la empresa tuvo que protestar contra esta ley, lo que ha resultado en que se gane la reputación de ser una empresa de afiliación izquierdista, alienando a sus seguidores más conservadores.

Navegando la Tormenta Cultural
En última instancia, Disney se encuentra en una encrucijada compleja. La empresa se esfuerza por ser inclusiva y reflejar los valores cambiantes de la sociedad, mientras intenta no perder a su base tradicional. Sin embargo, en un mundo polarizado, tomar un lado puede ser inevitable. Las marcas conectan con su audiencia a través de los valores que representan, y la autenticidad es crucial para la conexión. Aunque el debate cultural no es la única razón de los problemas económicos recientes de Disney, ha desencadenado una necesaria reevaluación.

En conclusión, el dilema cultural de Disney revela los desafíos que enfrentan las empresas en una sociedad en constante transformación. La narración de historias, su esencia fundamental, ahora se cruza con el deber de reflejar la realidad cambiante. A pesar de las dificultades, Disney busca encontrar su camino en medio de este torbellino cultural y, a través de su proceso de reinvención, definir una narrativa propia que equilibre la tradición con la inclusividad.