Las personas confundimos el marketing con trucos tácticos, pero el marketing es la estrategia. De hecho, decir “estrategia de marketing” debería considerarse un pleonasmo, o sea, utilizar palabras innecesarias para reforzar el significado de una expresión. En el mundo empresarial, la publicidad y el branding son términos ampliamente conocidos y utilizados. Sin embargo, aunque están estrechamente vinculados al marketing, es importante comprender que el marketing abarca mucho más que simplemente promocionar y posicionar una marca. Alan Dib, autor del libro “The 1-Page Marketing Plan”, utiliza una analogía que ilustra de manera sencilla la diferencia entre estos conceptos.
Imagina que el circo llega a la ciudad y decides colocar un letrero para anunciarlo. Eso es publicidad, un medio para comunicar un mensaje específico a tu audiencia. Pero ahora, considera lo siguiente: si pones el letrero en la espalda de un elefante y lo paseas por la ciudad, eso va más allá de la publicidad; eso es promoción. La promoción implica acciones específicas y creativas para atraer la atención de las personas.
Pero la historia no termina ahí. Si el periódico local se entera del circo y decide escribir una historia al respecto, eso es relaciones públicas. Las relaciones públicas se centran en gestionar y mantener una imagen favorable de la organización a través de la difusión de noticias y la interacción con los medios de comunicación.
Ahora, supongamos que los ciudadanos se sienten intrigados por el circo y muestran interés en asistir. Si les explicas lo divertido y emocionante que será el espectáculo, estás llevando a cabo una tarea fundamental: las ventas. El marketing se conecta directamente con las ventas, ya que implica persuadir a las personas para que tomen una acción deseada, en este caso, asistir al circo.
Finalmente, si has planificado todo este proceso de manera estratégica, teniendo en cuenta tus objetivos, tu público objetivo y cómo llegar a ellos de manera efectiva, eso es marketing en su esencia. El marketing es una disciplina estratégica que implica identificar y comprender a tu público objetivo, desarrollar una propuesta de valor única, posicionar tu marca en el mercado, comunicar de manera efectiva y establecer relaciones sólidas con los clientes.
En resumen, la publicidad, el branding, las relaciones públicas, las ventas y la planificación estratégica son aspectos clave del marketing. Cada uno desempeña un papel fundamental en el proceso de atraer y convertir clientes. Comprender y dominar estos conceptos es esencial para desarrollar estrategias de marketing efectivas que impulsen el crecimiento y el éxito empresarial. Al entender que el marketing es la estrategia en sí misma, podemos desarrollar enfoques más efectivos y alcanzar resultados significativos en nuestros esfuerzos.
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