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Reduce el riesgo de lanzar nuevas iniciativas en 5 pasos

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16/16/2023
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En el mundo empresarial actual, la implementación ágil se ha convertido en una metodología ampliamente adoptada para el desarrollo de productos y servicios. Esta metodología se basa en la idea de trabajar en iteraciones cortas conocidas como sprints, en las cuales se crea y se entrega una funcionalidad que puede ser probada por el cliente. En este artículo, exploraremos los pasos clave para planificar y ejecutar un sprint de manera efectiva, optimizando el proceso y reduciendo riesgos y desperdicios.

La implementación ágil es un enfoque modular que permite a las empresas desarrollar productos y servicios de manera iterativa y flexible. En lugar de intentar crear un producto completo de una sola vez, se divide el trabajo en sprints, que son iteraciones cortas de 2 a 4 semanas. Cada sprint se enfoca en el desarrollo de una funcionalidad específica que se puede probar y entregar al cliente.

Para planificar un sprint eficaz, es fundamental seguir estos cinco simples pasos:

  1. Identificar los atributos o funciones del producto o servicio: En esta etapa, es importante comprender las expectativas del cliente y determinar los elementos clave que deben incluirse. Estos atributos son los que los clientes esperan recibir y valoran en el producto o servicio.
  2. Priorizar los atributos: Se debe evaluar cada atributo en términos de valor y esfuerzo. Asigna una calificación del 1 al 10 para el valor que aporta al cliente y otra calificación del 1 al 10 para el esfuerzo necesario para desarrollarlo. Resta la calificación de valor a la calificación de esfuerzo para obtener una puntuación que ayude a priorizar las funcionalidades.
  3. Seleccionar la funcionalidad más valiosa: Elige la funcionalidad con la mayor calificación obtenida en el paso anterior. Si hay funcionalidades con calificaciones similares, opta por aquella que requiera menos esfuerzo, lo cual ayuda a reducir riesgos y acelerar el aprendizaje.
  4. Establecer una meta clara: A partir de la funcionalidad seleccionada, define una meta específica que el equipo de trabajo deberá alcanzar durante el sprint. Reflexiona sobre la importancia de esta funcionalidad, el tiempo estimado para desarrollarla, los recursos necesarios y cómo se medirá el progreso.
  5. Identificar y planificar las actividades: Partiendo de la meta establecida, desglosa las actividades necesarias para desarrollar la funcionalidad y alcanzar la meta del sprint. Asegúrate de que cada actividad pueda completarse en un día y evalúa el progreso diario para identificar y resolver problemas a tiempo.

La implementación ágil ofrece un enfoque eficiente y adaptable para el desarrollo de productos y servicios. Al seguir los pasos descritos anteriormente, podrás planificar y ejecutar sprints de manera efectiva, entregando valor a tus clientes en cada iteración. Este enfoque reducirá el riesgo y el desperdicio, permitiéndote aprender y ajustar tus productos y servicios de forma continua. ¡Estás listo para trabajar de manera ágil y enfocada hacia el éxito