La inteligencia artificial ha sido objeto de intensos debates y controversias sobre su capacidad para superar o igualar la inteligencia humana. Sin embargo, la verdadera pregunta debería ser si la inteligencia artificial es tan útil como la inteligencia natural. En este sentido, es importante comprender qué es la inteligencia y cómo se relaciona con la tecnología.
La inteligencia se puede definir como la capacidad de adquirir información, analizarla y tomar decisiones. En este sentido, la inteligencia natural es esencial para proporcionar inputs valiosos a la inteligencia artificial. De hecho, la calidad de las respuestas de la IA está directamente relacionada con la calidad de las preguntas que le planteamos. Entre más inteligentes sean nuestras preguntas, más inteligentes serán las respuestas.
Es fundamental tener en cuenta que un buen input es igual a un buen output, y viceversa. La IA puede ser super eficiente y creativa, pero necesita inputs inteligentes para lograr su máxima eficacia. Es importante comprender que la IA es como una secretaria en esteroides, que necesita inputs inteligentes para realizar su trabajo de manera eficiente.
La IA es como una secretaria en esteroides, por más creativa y eficiente que sea, no esperarías que defina el rumbo de tu negocio o que definiera el contenido de tu libro o conferencia. Debemos ser los encargados de proporcionar los inputs que solo la inteligencia natural puede proveer. Nos toca a nosotros proporcionar el WHAT y el WHY, mientras que la IA se encarga del HOW.
En resumen, la inteligencia artificial es una herramienta poderosa, pero no puede sustituir la inteligencia natural. Ambas formas de inteligencia son esenciales para la toma de decisiones y la resolución de problemas complejos. La IA es un complemento a la inteligencia natural, y no un sustituto. Es importante comprender que la IA no puede operar en el vacío y requiere inputs valiosos para proporcionar resultados precisos y eficaces. Por lo tanto, debemos considerar la inteligencia artificial como una herramienta valiosa, pero siempre teniendo en cuenta su limitación intrínseca de no tener la capacidad de proporcionar inputs inteligentes por sí misma.
